miércoles, 2 de julio de 2008

LA FAMILIARIZACIÓN CON LA LENGUA ESCRITA Y SU RELACIÓN CON LA LENGUA ORAL

3.0 Introducción

Se sabe que el lenguaje es una actividad comunicativa y la herramienta fundamental para poder interactuar entre los individuos ya que en toda sociedad existe éste medio de comunicación que es exclusivamente humano.
Para que las personas desarrollen su lenguaje es necesario que varios factores influyan en éste, tal como es el medio en el que se desenvuelven y básicamente, la interacción con los demás, es el estímulo adecuado para lograr una adquisición del lenguaje y desarrollar el intelecto en el individuo. Por ésta razón desde el nacimiento, el ser humano, de cualquier cultura busca distintas formas para comunicarse con la gente que le rodea, de ésta forma se pueden expresar diversos sentimientos, ideas y necesidades.
En el Jardín de Niños las educadoras deben estimular las habilidades que son necesarias para el aprendizaje permanente, por ésta razón hay que procurar que en todo momento la adquisición de conocimientos esté asociada con el ejercicio de habilidades intelectuales como la lectura, escritura y expresión oral, por mencionar algunas. Con ello, se pretende enseñar formativamente para que desde temprana edad los niños se formen el hábito de aprender y estudiar con independencia y eficacia, lo cual le servirá para las situaciones prácticas en su vida cotidiana.
Un aspecto que en verdad deberíamos reflexionar y no dejarlo al aire es que si se ha extendido la cobertura escolar dando acceso a la educación y a la alfabetización ¿por qué entonces persisten conocimientos mínimos de lectura y escritura? Tal vez es contada la gente que se ha hecho ésta pregunta y que en verdad le preocupa la presente y futura educación de los infantes ya que considerando que la infancia de éste tiempo enfrenta un mundo caracterizado por cambios rápidos, de complejidad creciente y que plantean nuevas exigencias de conocimientos, actitudes, valores y procedimientos para un desempeño exitoso se debe hacer hincapié en que la prioridad más alta es que los niños logren de manera eficaz el aprendizaje inicial de la lectura y la escritura con el objeto de asegurar que tengan una alfabetización firme y duradera.
Con lo mencionado surgen otras dudas ¿será una acción positiva enseñar a leer y a escribir en el preescolar? en caso de que sea afirmativa la respuesta ¿cuál será la manera adecuada, de acuerdo a nuestra formación, de guiar al niño por el camino de dichas habilidades intelectuales?
3.1 Enseñar la lengua escrita en el preescolar
Es cierto que el enseñar la lengua escrita implica un problema, Emilia Ferreiro, dice que se trata de un problema mal planteado. El niño no va a espera a que le demos permiso para empezar a aprender a leer, y el tiempo que durará el aprendizaje, no depende de él, sino de la cantidad y de la calidad de la interacción que tenga con la lengua escrita.
Examinando este comentario desde el punto de vista negativo, los niños son iniciados en la escuela primaria a la lengua escrita, implica que en el preescolar se elimine toda existencia de la escritura lo cual causa un problema para la educadora pues se ve forzada a limitar los conocimientos y experiencias de los niños. En forma positiva es como se ha explicado, “vemos al salón de Jardín de Niños semejarse notablemente al de primer año, y a la practica docente moldearse sobre las mas tradicionales practicas de la primaria: ejercicios de control motriz y discriminación perceptiva, reconocimiento y copia de letras, sílabas o palabras, repeticiones de coro, etc.” (Ferreiro 1997)
A pesar de que se quisiera mantener al niño en el preescolar en un letargo sobre la escritura, no se puede ya que éste es observado por los niños todo el tiempo en la sociedad, en actividades que son simples y rutinarias, pues el dominio de la lengua escrita se adquiere leyendo o escuchando “hablar en lengua escrita”, escribiendo, hablando y oyendo hablar de lo que se lee y de lo que se escribe. Sabiendo esto podemos plantear que si bien no se quiere que los niños salgan del Jardín de Niños sabiendo leer y escribir, sí es necesario que tenga un acercamiento que lo inicie en el aprendizaje, ya que ésta tendrá importancia en la vida social y académica del niño.
No debemos olvidar que el aprendizaje del lenguaje escrito requiere de la activación de habilidades cognitivas diferentes que son necesarias para hablar. Si aprender a leer, fuera un aprendizaje natural para nadie que sepa hablar sería difícil hacerlo. El proceso de apropiación mental del lenguaje escrito, en los niños que ingresen al nivel de educación primaria, tienen mayor o menor éxito según sea el desarrollo cognitivo alcanzado por ellos en el preescolar.
Hay que destacar que la iniciación en el aprendizaje de la escritura dependerá no solo del educador, si no de factores que tienen que ver con su historia familiar y su desarrollo cognoscitivo, por que leer supone habilidades como el descifrado y la pronunciación de las palabras.

3.2 Relación con la palabra escrita como proceso gradual y su relación con la lengua oral

Las habilidades requeridas para comunicar verbalmente lo que se piensa con claridad, coherencia y sencillez son un instrumento insustituible en la vida familiar, en las relaciones personales, el trabajo, participación social y política y en las actividades educativas.

En el preescolar se pretende que los niños tengan un dominio de la lengua oral y nociones del sistema de escritura. Sin embargo, el nivel y la naturaleza de estos antecedentes son muy distintos entre un alumno y otro y generalmente están en relación con los estímulos ofrecidos por el medio familiar y por la experiencia de la enseñanza, otro aspecto que influye son los diferentes tiempos y ritmos con que los niños aprenden a leer, escribir y expresarse oralmente.

Se debe ofrecer al infante la oportunidad natural y frecuente de enriquecer la expresión oral, por lo tanto se debe apoyar el lenguaje espontáneo, los intereses y vivencias de cada uno de los niños, esto tiene como objetivo reforzar su seguridad, fluidez, dicción y mejorar las practicas de la lectura y la escritura.

Se necesita poner en relieve que el aprendizaje de la lengua escrita y el perfeccionamiento de la lengua hablada se producen en contextos comunicativos reales, en este caso organizados por el docente dentro del aula.
A lo anterior se le denomina “situaciones comunicativas” que se deben propiciar para que los niños aprendan a leer leyendo, a escribir escribiendo y a hablar hablando, en actividades que representen un interés verdadero para ellos, de acuerdo a su edad y que estos sean viables, de esta manera promover aprendizajes relacionados con varios de ellos. De este modo, una actividad de lectura puede dar origen al intercambio de opiniones en forma oral, a la escritura y a la reflexión de textos.

3.3 Importancia de la lectura en voz alta

En los años de formación, los niños desarrollan actitudes que influirán en su conducta futura, por lo que es necesario que los padres y maestros coloquen las bases de una relación estrecha marcada por la confianza, el respeto mutuo y la comprensión. La lectura es una herramienta sumamente útil para lograr este objetivo.
El mejor momento de leerles libros a los niños es desde su infancia. Para cuando tienen dos o tres años, los niños comienzan a desarrollar su conocimiento de las letras y palabras impresas. Ellos ven a los adultos leyendo, escribiendo y usando las palabras impresas para muchas cosas. Los niños en la etapa preescolar estarán listos para aprender cuando los adultos les lean y lean con ellos.
El leerles en voz alta a los niños les ayuda a adquirir la información y las habilidades necesarias para lograr el éxito tanto en la escuela como en la vida, como pueden ser:
El conocimiento de las letras y palabras impresas, y la relación entre los sonidos y lo escrito.
El significado de muchas palabras.
Cómo funcionan los libros y la variedad de estilos de escribir.
El mundo en donde viven.
La diferencia entre el idioma escrito y el idioma hablado.
El placer de la lectura.
Mejorar la lectura aumenta la capacidad de aprendizaje, la concentración, el raciocinio, la memoria, la personalidad, la sensibilidad y la intuición.
“Mientras más temprano entren los niños en contacto con los libros, mejor. Ningún niño es demasiado pequeño para jugar con los libros ni para escuchar lo que se le lea. Nada tiene de malo que los niños jueguen con libros; lo más importante es que se familiaricen con ellos” (Felipe Garrido, 1998).
El gusto por la lectura es una oportunidad y una necesidad de todos los maestros y de todos los padres de familia.
Conviene que los niños desde temprana edad se acostumbren a escuchar la voz de la gente con la cual interactúa, pues así desarrollarán una actitud positiva hacia los libros. Asociarán la lectura con un momento de calma y seguridad en que se encuentran rodeados de cariño y atención. La lectura en voz alta puede ser una forma de caricia y de arrullo.

3.4 La conservación de la palabra

Se refiere al desarrollo, en el niño, de la intuición de conservación de la palabra mediante la escritura. Una propuesta de trabajo consiste en que los niños dicten un chiste o una narración y la maestra escriba, para luego leer y corregir conjuntamente, de tal forma que ellos identifiquen y reconozcan sus ideas en el texto, a la vez que buscan y proponen mejores formas de decirlas; al ver cómo se realizan esos cambios en el código, el niño logra un acercamiento importante a la lengua escrita.
La educación Básica permite conocer mejor que en la edad preescolar se desarrollan algunos procesos cognitivos y psicolingüísticos que son determinantes para el aprendizaje de la lectura inicial. Ellos son procesos muy específicos, que predicen el rendimiento en lectura y escritura hasta los cursos finales de la enseñanza básica.
“La alfabetización es tanto un logro intelectual individual como forma de conocimiento cultural que permite a las personas participar en diversos grupos de actividades que, implican leer y escribir; estando íntimamente ligadas a relaciones concretas y a actividades y circunstancias sociales y culturales determinadas” (J.B.Mclane, G.D.Mcnamee, 1999).
La alfabetización en sus inicios es enseñar situaciones didácticas y estrategias que le permitan al ser humano entrar en el mundo de los aprendizajes a través de la lectoescritura; es un proceso complejo donde las habilidades y destrezas de orden
cognitivo y neuropsicológico de los alumnos necesitan ser activadas por métodos pedagógicos adecuados. Esta interacción permite que los niños establezcan procesos activos y mediadores entre los signos gráficos y su léxico personal.
El primer paso del niño hacia la alfabetización consiste en hablar, dibujar o jugar; estas actividades son simbólicas puesto que se encuentran la lectura y la escritura, dándonos cuenta que son significados nuevos e interesantes para los infantes.
“En la edad de uno a cinco años los niños aprenden a utilizar símbolos para crear y comunicar significados” (J.B.Mlane, G.D.Mcnamee, 1999) tales como: gestos, palabras, signos, entres otros; ayudándole a comunicar sus sentimientos, experiencias e ideas, así mismo permite ir más allá puesto que crean mundos imaginarios.

En la etapa del preescolar los alumnos encuentran una gran variedad de formas para combinar el habla, dibujo y la escritura con el juego simbólico; un claro ejemplo de lo mencionado es un niño que dibuja la primera letra de su nombre que es la “M” empezando así a crear y expresar significados personales que en este caso es un conejo.
“El modelo de desarrollo de la alfabetización temprana varia considerablemente, por que la palabra, escritura y la lectura se organiza de distinta forma en los distintos contextos, y por que desempeñan funciones diversas en la vida cotidiana de las personas ya que constituyen una parte fundamental para algunos, mientras que para otros quizás sirvan sobre todo para cuestione practicas”. (J.B.Mclane, G.D.Mcnamee, 1999); con lo mencionado nos damos cuenta que los adultos ven de forma diferente las actividades de hablar, jugar y dibujar, ya que para ellos las funciones de estas son especificas.
En el juego es donde los niños pasan la mayor parte de su tiempo y gastan su energía, aunque para muchos de ellos es donde comienza la lectura y la escritura, y otros consideran que es un modo de hacer las cosas.
Muchos niños juegan con lo escrito puesto que utilizan hojas, pinturas, lápices y colores, sobre esto incorporan la escritura y el habla, para que le den mayor realismo a su situación imaginaria.

3.5 Consciencia fonológica como precursora de la lengua escrita

La consciencia fonológica es considerada una habilidad metalingüística definida como: “La reflexión dirigida a comprender que un sonido o fonema está representado por un grafema o signo gráfico que a su vez, si se lo combina con otro, forman unidades sonoras y escritas que permiten construir una palabra que posee un determinado significado”.
En el aprendizaje de la lectura, el desarrollo de la conciencia fonológica es como “un puente” entre las instrucciones del alfabetizador y el sistema cognitivo del niño, necesaria para poder comprender y realizar la correspondencia grafema-fonema.
La consciencia fonológica juega un papel crítico en el aprendizaje lector inicial, pues activan los procesos cognitivos necesarios para decodificar y para reconocer el significado de las palabras escritas. La conciencia fonológica es como el "motor de arranque" de la decodificación.
El
desarrollo de los procesos que configuran ésta consciencia hace que los niños tomen en cuenta los componentes fónicos del lenguaje oral y su relación con el significado de las palabras. Esta consciencia fonológica se demuestra al estar ante diversas situaciones, en las cuales identifican: los poemas agradables, las palabras que riman (en canciones o poemas), también inventan nombres graciosos, sustituyen sonidos por otros, dividen las palabras largas en silabas o marcan las silabas con palmadas.
La intervención mediadora de la educadora va produciendo una transformación en las estructuras cognitivas de los niños, que facilita el
acceso al significado de las palabras y a sus componentes. Este logro depende en gran medida de la continuación que haya entre la enseñanza en el Jardín Infantil y el proceso de decodificación, el que habitualmente se inicia en el primer año de nivel primaria. El trabajo psicolingüístico que efectúan los niños en algunos procesos tales como la rimas, los ritmos, la segmentación silábica y fonética de palabras, la omisión de sílabas y fonemas, la integración de secuencias fonéticas, entre otros, contribuye a configurar esquemas cognitivos que facilitan el aprendizaje del código escrito. El proceso de interacción pedagógica debe conducir a la máxima aproximación entre las habilidades fonológicas de los niños y las enseñanza de los maestros, constituyendo una "Zona de Desarrollo Próximo" para el aprendizaje de la lectura inicial. La enseñanza de los fonemas en su asociación con las letras hace que los niños tomen mayor conciencia de que las palabras escritas están estructuradas en segmentos, cognitivamente separables y que están asociados con el lenguaje oral. Este proceso debe iniciarse en el jardin de niños, sin que implique necesariamente una enseñanza formal de la lectura y escritura, de modo que al ingresar los niños a primaria, tengan parcialmente desarrolladas la consciencia alfabética y fonológica.
Reto del preescolar
“Uno de los objetivos principales de preescolar es ayudar a los niños a que se sientan cómodos en el ambiente de un salón de clases formal, es un esfuerzo de adaptación. Deben de estar preparados para aprender a leer, tarea que debe ser una prioridad, los niños de primero ingreso traen consigo experiencias de escritura y de lectura: algunos hacen garabatos, otros escriben letras, algunos se saben muchos cuentos y los recitan con entusiasmo, los niños necesitan entrar a primer grado de primaria con buenos conocimientos y una buena actitud hacia el aprendizaje de la lectroescritura” (National Research Council, 2000).
Así podemos decir que el preescolar es una magnifica etapa de preparación para cumplir el reto de convertirse en verdaderos lectores.
Algunos de los logros esperados en cada uno de los alumnos del preescolar son:
Conocer las partes de un libro y sus funciones.
Empezar a seguir con el dedo de las palabras escritas cuando alguien lea un texto conocido o cuando relea lo que ha escrito.
Intenta leer textos conocidos, es decir repite de memoria lo que ha escuchado leer a otras personas.
3.6 Familiarización con la palabra escrita
Desde la edad preescolar los niños comienzan a familiarizarse con la palabra escrita ya que empiezan a tener un cierto interés por los escritos que están a su alrededor, es ya en esta edad en donde los niños sienten la necesidad por comprender el funcionamiento de ésta.
Es por ello que la educadora tiene la obligación de acercar al niño a la palabra escrita para que al entrar a la primaria llegue con conocimientos previos sobre ésta, la cual lo incluirá en un mundo diferente de conocimiento que será vital para su desarrollo próximo. La maestra no solo tiene el deber de acercar al niño a la palabra escrita y mostrarle su funcionamiento, consideramos que también tiene la gran responsabilidad de encontrar el modo de presentar el contenido para facilitar y sobre todo hacer placentero el acercamiento a ésta que será la puerta de entrada a la apropiación de la lengua escrita.
Para ser capaz de leer y escribir se tienen que realizar tareas como el descifrado y la pronunciación correcta de palabras hasta entonces desconocidas, el niño no mostrará ningún interés en aprenderlas si la impresión que recibe es que se espera de él que las domine nada mas "porque sí".
Es por esto que desde el principio, el niño debe y tiene que estar convencido de que el dominio de tales habilidades no es más que el medio de alcanzar una meta, y de que lo único que importa es aprender a leer y escribir, es decir, aprender a disfrutar de la literatura y a beneficiarse de lo que ésta puede ofrecerle.
Consideramos que es de suma importancia que en cada aula de el preescolar exista un rincón de lecturas y la educadora trabaje en esta pero antes que nada les explique a los niños cuales son las funciones de la lectura y la escritura. La educadora deberá proporcionar el material al niño para que comience manipulando y comparando el material. El uso de materiales llamativos y ricos en cuestionamientos, podrán brindar caminos que facilitaran el aprendizaje de la lengua escrita.
A partir de los 5 años se pueden realizar debates en donde el niño interprete los textos, a la maestra le resulta útil trabajar con ilustraciones y cuestione a los niños para realizar hipótesis de lo que contiene algún libro y después es de suma importancia que la educadora lea el libro, pero no hay que olvidar que el infante tiene que asociar el lenguaje escrito con el oral y no tanto con las imágenes de los libros o textos.

3.7 Conclusión

El propósito del preescolar no es crear niños que salgan sabiendo leer y escribir, más bien se busca que el niño tenga un acercamiento, el cual le servirá en el desarrollo académico próximo.
Sabemos que cada persona desarrolla sus competencias dependiendo de dos factores: el nivel de estimulación que se le brinde y la forma en que uno aproveche lo anterior y ponga en práctica todo lo aprendido. Porque de nada sirve que aprendan cosas si no utilizas esos conocimientos.
Enseñar a leer es una tarea que rebasa la idea de una simple alfabetización. Aprender a leer bien es el resultado de una práctica cotidiana que implica comprender y sentir lo que se lee y sólo puede alcanzarse mediante un ejercicio continuo y voluntario: se aprende a leer leyendo, a lo largo de toda la vida.
El proceso de aprender a leer y escribir con mucha habilidad es de toda la vida; no obstante, queda bien establecido que la primera infancia sirve de cimiento para el desarrollo subsiguiente de la habilidad lectora.
El grado de adquisición de habilidades requeridas de alfabetización de parte de los niños, se reconoce como factor fuerte de predicción del futuro éxito académico y tiene implicaciones de largo plazo tanto sociales como económicas para familias y sociedades.

Por lo tanto se considera que la alfabetización es un factor importante ya que es de gran ayuda para el niño, puesto que tiene contacto para comunicar sus sentimientos, experiencias e ideas; esto lo transmiten de acuerdo a lo que expresan en el habla, juego y el dibujo.

El niño desarrolla su capacidad cognoscitiva y el lenguaje según la cantidad y calidad de estímulos que recibe del exterior en sus primeros años de vida.
El desarrollo y adquisición del lenguaje intervienen múltiples factores que determinan el grado de madurez de las competencias lingüísticas y comunicativas de los individuos, es importante determinar que los factores individuales como la edad, motivación, inteligencia, atención y memoria son factores básicos para desarrollar el lenguaje y al mismo tiempo los factores psico-sociales deben ser integrados. Los adultos son los responsables de ayudar al niño en su proceso de desarrollo lingüístico porque dicho proceso se retardara si ellos no lo estimulan.
Con esto hay que considerar que la adquisición del lenguaje es innato en el ser humano, pero para ser desarrollado deben intervenir múltiples factores de manera tal que permitan una construcción gradual y sistemática de las competencias lingüísticas necesarias para la realización plena.
Por lo cual es importante que desde el preescolar el niño se familiarice con la palabra escrita, ya que estos conocimientos le ayudarán al ingresar a la primaria.
Como educadoras tenemos el deber de hacer este acercamiento, de tal forma que el niño vea esta actividad placentera y así crear un hábito agradable en un futuro.